¿Dopaje profesional?

Existen muchos tipos de dopaje, que hemos de identificar para no escandalizarnos tanto del de  otros presuntos. ¿Qué me dices de los puestos directivos, del “trabajo por el trabajo”,  de la obsesión por el resultado…….? Esto no es políticamente correcto  en una época como la actual, pero no deja de ser una realidad social. Tenemos nostalgia de  amor sin límites, de la plenitud… del todo…  ..  No sé si eso es teoría empresarial o pura teoría financiera, porque es el origen de un exceso de ego, un  problema  y peligro para cualquier empresa. De esa nostalgia de  amor total, nunca estaremos llenos, no tendremos bastante dinero, ni bastante poder, fama o reconocimiento para sustituirlo. Esa insatisfacción, cualquiera que sea su causa, alimenta  el capitalismo que nos sostiene económicamente.

Cómo afecta a la mujer?

Desde la diferencia sicológica, la mujer aprecia cosas distintas en el trabajo. Preferimos las recompensas interiores, sentirnos necesitadas o necesarias, la idea de éxito es distinta del deseo de admiración que tiene el hombre  apoyado en el poder,  status o la prosperidad económica.

Nuestra capacidad femenina es retentiva, estamos acostumbradas a retener, acoger, cuidar, guardar y aprovechar.  A la hora de delegar, se requiere “soltar” en vez de ” retener”, y ahí surgen conflictos entre ejercitar nuestra capacidad femenina retentiva “si yo no lo hago ¡no lo hace nadie!” (retener) o dejar que otros lo hagan (soltar).

Delegar tareas no es fácil para nadie, y menos para las personas productivas,  inteligentes y prácticas, más aun se requiere aprendizaje.

Al hablar de conciliación de vida profesional- familiar – personal, se presenta esta disyuntiva: no podemos dejar en manos de otros lo que nos corresponde a nosotras. La conciliación no sólo es para lo maternal, sino para la eficacia profesional. Nuevamente nos invade la responsabilidad por el trabajo bien hecho y mantenemos un dialogo obtuso con los valores de Igualdad, ya que si bien hombre y mujer queremos eficacia,  la mujer no se permite sacrificarlo todo.    Si ocupamos puestos directivos en los Consejos de Dirección,   donde  “competir es vivir”, nuestra presencia es requerida en la misma proporción que la del hombre. Se produce un choque o resbalón con una atmósfera donde muchas veces cuesta respirar.  ¿Que hace entonces la mujer? Usa un tipo de  dopaje emocional que le llamo yo, generado por ella como su propia adrenalina: ¡no hay más remedio que seguir!: “doparse la emoción”. Nos ponemos el disfraz de super diva y, hasta que el cuerpo y la mente nos aguanten!. Nos decimos a menudo lo que Dickens  en la era de la revolución industrial “Uno nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta” .

El talento no puede liberarse si se le superpone la organización de la empresa, lo cual está muy cerrado en España: estamos sin conciliación por el modelo capitalista  ligado a la productividad. Aunque quien controla la sociedad y los grupos de poder es el hombre, la presencia de la mujer en los CODIR  actualmente es del 14% (ha aumentado enlos últimos años hasta el 2010 del 9% al 14%),  lo cual indica que  la empresa no quiere perderse el talento femenino  ni que se desenganchen de la clase directiva.

Las mujeres necesitamos un nuevo modelo social que ofrezca tiempo para trabajar y tiempo para descansar, con libertad, reconocida patronalmente: para escoger el horario y llevar la clase de vida que hemos elegido.

Hemos de organizarnos mejor: proporcionarnos herramientas de gestión del tiempo, para compaginar y no confundir presencia con eficiencia y poder evitar ese dopaje. ……… Pienso que son retos, no sólo ideas.

Noemí Merchán Yuste

Kaaizen Madrid

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